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SEXO GAY EN ALTA MAR: UNA HISTORIA OCULTA
Obviamente han mantenido relacn entre ellos a lo largo los siglos, “si hay amor homosexual en el mar porque también los hay en la tierra”, señala el historiador Víctor Ramírez Tur, pero las necidas la vida a bordo hace también que el seo fluya, se vuelva más flexible, y que los heterosexual scubran que el líme imagado no era una línea tan dura. No existen imágen la vida en los bars, pero sí documentos, en su mayoría actas judicial que attiguan que las relacn homoerótis eran una prácti persistente.
También experiencias placenteras y nsentidas, n scripcn sobre el placer homosexual, e clo apasnadas fensas la libertad sexual, o la Cristóbal Maldonado, acado haber etido el pedo nefando mientras navegaba hacia La Havana el 1572: “¿Me tomáis por un hereje o un hombre shonto que clo no me permís ir a cubierta don todos los pasajeros duermen y fornin?
GAY MEN IN MILARY - IMáGEN STOCK
“En las relacn homoerótis a bordo se czan el placer n la ocultación, la vlencia y la hostilidad”La exposición sube también a bordo bars piratas, don se practiba el matelotage, una jurispncia propia strada en la isla Tortuga (Haí) en los siglos XVI y XVII que permía el matrimon entre hombr, pero que según el isar ndía perversas relacn domación, si o un recho pernada. Ya en el siglo XX será Jean Ge y su novela Querelle, n iltracn Jean Cocte, quien nfigurará la nstcción una imagen l marero gay hipermasculizado, salvaje y atormentado, mculatura hipertrofiada y volumoso paquete, en la que luego persistirán Fassbr en el mpo l ce, Brten en el operísti o Tom of Fland en el l arte. “Dejando jando lado los ámbos artístis, la ocultación, el secretismo y hostilidad los profnal l mar homosexual no han sparecido”, ncluye el isar, que ha cluido también la trilogía viográfi Nefand, l lombiano Carlos Motta e ltracn Ariadna Veas Valdés, y s el meo hace un llamamiento para que los mareros salgan l armar y aporten s ttimon.