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Una votación l día anterr en su país le había vuelto los trmas que creía haber superado. El primer mistro húngaro, <a href=" target="_blank">Viktor Orbán</a>, había logrado que el Parlamento prohibiera por ley la difión cualquier ntenido LGTBI+ <a href=" target="_blank">(relativo a lbianas, gais, transexual, bisexual, tersexual y otras morías) </a>allí don pueda haber menor. Las ONG ropeas nuncian un retroco las libertas LGTBI+ en la mad oriental Europa. <a href=" target="_blank">ILGA-Europe</a>, la anización en la que se tegran cenas ellas, ha urgido a las stucn y los país la UE a adoptar medidas para enar “los crecient ataqu a los rechos” a unidad. Su último análisis <a href=" target="_blank"> la suación l lectivo país por país dibuja dos Europas</a>. En una ellas ―en la que tán Malta, Bélgi o España— las stucn siguen protegiendo la igualdad s ciudadanos. En la otra, la anización afirma que el mo hacia la igualdad ya no solo más lento, so que clo se va shaciendo: hay retrocos en el renocimiento legal las personas <i>trans</i>, ataqu a la sociedad civil y a la libertad rnión y un discurso l od más potente por parte polítis y meds unición que pue llevar a agrn. <a href=" target="_blank">En e gpo tán Polonia y Hungría, pero también Letonia, Bulgaria, Rumania o Eslovaquia</a>.</p><sectn class="a_mi" data-dtm-regn="articulo_lista-apoyo"><hear class="a_mi_t">Más rmación</hear><div><figure class="a_m a_m-h c_m--nf"><a href=" class="_db _pr"><img alt="Hungary's Prime Mister Viktor Orban leav at the end of a two-day EU summ at the European Council buildg Bssels on June 25, 2021. - . (Photo by Olivier Matthys / POOL / AFP)" dg="to" class="_re lazyload a_m-h" height="110" srcSet="(1939x625:1949x635)/ 414w,(1939x625:1949x635)/ 640w" width="146" loadg="lazy" src="(1939x625:1949x635)/"/></a></figure><a class="a_mi_e _db" href=">La UE arrala a Orbán n una ofensiva s precent para que retire las normas homófobas</a></div><div><figure class="a_m a_m-h c_m--nf"><a href=" class="_db _pr"><img alt="En la imagen, Cezary Nieradko, l lectivo LGTB ente a un rtel l municip Krasnik el 31 octubre. Foto: María Hervás" dg="to" class="_re lazyload a_m-h" height="110" srcSet=" 414w, 640w" width="146" loadg="lazy" src="></a></figure><a class="a_mi_e _db" href=">Viaje a la Polonia la homofobia</a></div></sectn><p class="">Ördög ya no tá en Budapt. Harta tener que ser otra persona, hizo las maletas y se fue a Berlín el día que Orbán cidió poner f al renocimiento legal las personas <i>trans. </i>En Alemania se siente segura. Pero a mañana le vo a la beza e clima asfixiante que jó atrás. “Han igualado la pedofilia n ser homosexual o transgénero. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Tener que llevar algún tipo intifición?”.</p><p class="">En Berlín, cuenta Ördög, ha enntrado una unidad <a href=" target="_blank">LGTBI+</a> húngara que tomó la misma cisión que ella. “Se trasladaron aquí a lo largo las diversas etapas la padilla”, expli. Orbán lleva tr años promulgando ley e imponiendo multas para borrar al lectivo la fera públi. El último golpe a os ciudadanos ha soliviantado a la mayoría s socs ropeos. <a href=" target="_blank">Hasta 17 jef Estado y Gobierno se enentaron al lír húngaro para que retire as ley homófobas</a>. Otros nueve, s embargo, cidieron no tampar su firma en una rta promovida por España y Luxemburgo para reivdir los rechos LGTBI+. Polonia, que también tá splegando su ntrarreforma nservadora, cerró filas n Orbán. Pero también hay otros país Europa l Este en los que los activistas a favor los rechos civil vienen exprando el temor a que sigan los pasos Budapt y Varsovia.</p><figure class="a_m a_m-h "><span class="_db a_m_w"><img alt="La activista Ivett Ördög en Berlín, ciudad a la que se marchó por el aso al lectivo LGTB+ en Hungria." dg="to" class="_re lazyload a_m-h" height="354" srcSet=" 414w, 640w, 1000w, 1960w" width="414" loadg="lazy" src="></span><figptn class="a_m_p"><span>La activista Ivett Ördög en Berlín, ciudad a la que se marchó por el aso al lectivo LGTB+ en Hungria.</span><span class="a_m_m">@ivettvill</span></figptn></figure><p class="">La ley Orbán ha disparado las alarmas ntro l club unar por s semejanzas n la norma aprobada en Moscú en 2013 que prohibía lo que el Kreml nsiraba “propaganda gay” en los ámbos en los que hubiera menor. <a href=" target="_blank">Human Rights Watch ha dado ya cuenta los efectos pernicsos</a> que ha tenido a norma sobre los menor LGTBI+, que s entonc pacen más agrn y recen l apoyo clivo que requieren en entornos hostil. El polólogo belga y director ejecutivo la ONG <a href=" target="_blank">Forbidn Colours</a>, Rémy Bonny, expone que “las disposicn Hungría son una pia las Ria. Y van más allá los meds unición y las cuelas, puto que prohíben difundir ntenido LGTBI+ en todos aquellos lugar don pueda haber menor. Eso pue signifir s c o teatros a la propia lle”, expli.</p><p class="">En e diagnósti ci <a href=" target="_blank">Bart Staszewski</a>, un documentalista pola 30 años que aonta varias vtigacn policial y judicial por su activismo. “Orbán tá haciendo un piar y pegar las ley Ria y sigue los pasos que ha ido dando Polonia ntra el lectivo”, sostiene. El último proyecto Staszewski extendió a todo el ntente el bate sobre el centenar ayuntamientos que se claraban “libr iología LGTBI”. El activista rpondió n una acción que nsistía en lor rtel en la entrada l municip n los mismos térmos que empleaban los meds oficial: <i>Zona libre LGTB.</i> Esos letreros rerrieron todas las pal. D entonc, en su rreo electróni acumula amenazas todo tipo, también muerte. El primer mistro pola, <a href=" target="_blank">Matsz Morawiecki</a>, llegó a acarlo difundir bulos. “Hay una mpaña l od ntra mí. Pero voy a seguir, porque no tamos reclamando ngún privileg. Estamos pidiendo igualdad, lo mismo que tiene el rto los ciudadanos”, anuncia.</p><figure class="a_m a_m-h "><span class="_db a_m_w _pr lb_btn"><img alt="El documentalista Bart Staszwki aonta varias vtigacn por su activismo. " dg="to" class="_re lazyload a_m-h" height="276" srcSet=" 414w, 640w, 1000w, 1960w" width="414" loadg="lazy" src="><svg class="in_multimedia_ampliar | _pa a_m_i a_m_i-a _dn" viewBox="0 0 40 40"><e xlk:href="#svg-ampliar"></e></svg></span><figptn class="a_m_p"><span>El documentalista Bart Staszwki aonta varias vtigacn por su activismo. </span><span class="a_m_m">Przemyslaw Stefaniak</span></figptn></figure><p class="">Jtyna Nakielska, activista pola la Campaña ntra la Homofobia, cree que Orbán sigue <a href=" target="_blank">el mo que rerrió el gobierno ultranservador l partido Ley y Jticia ant las eleccn polas</a>, cuando “ó al lectivo LGTBI+ en s mpañas”. “Hizo nosotros un enemigo l Estado para ganar más votos”, expli. Los analistas polítis ven en as ley la vía que han elegido Fisz (el partido Orbán) y Ley y Jticia para amarrar a s bas y a los sector más <i>ultras</i> las sociedas pola y húngara. Bonny señala que “el rol los <i>lobbi</i> ultranservador muy potente”, y Nakielska aña que “ obv que Orbán tá tentando emplear a misma retóri”. “Pero muy peligrosa”, dice Nakielska, que sgrana el prec que tá asumiendo el lectivo en Polonia: “Tenemos que cuchar cómo las altas toridas nos dicen que nutra iología peor que el unismo o que quien fueron al <a href=" target="_blank">Orgullo</a> no son normal. Todo empieza n palabras. Y las palabras no son ocent porque dan vía libre a las agrn. La gente tiene miedo gerse la mano clo en Varsovia si hay ataqu homófobos”.</p><p class="">Letonia se disputa da año n Polonia tar a la la la clasifición sobre rechos y libertas LGTBI+ que elabora la anización ILGA-Europe. Las ONG l país pudieron saborear recientemente dos victorias legal sobre parejas l mismo sexo, pero los vientos popa duraron po tiempo. “El activismo anti-LGTBI se reforzó”, rume el activista Kaspars Zalis, <a href=" target="_blank">Mozaika</a>. El partido populista nservador Alianza Nacnal, que tá en el gobierno, impulsó enmiendas a la Constución para que ta nsagre que un matrimon solo pue ser la unión un hombre y una mujer.</p><p class="">En su documental <i>Artículo 18, </i>Staszewski sigue a una pareja l mismo sexo que va a Londr para por criar a su hijo en libertad. Muchos patrtas suyos, dice, se tán viendo obligados a jar el país, o hizo Ivett Ördög, que afirma que se siente “mucho más segura en Alemania”: “me siento mucho más aceptada. Y siento que pertenez a te lugar, lo cual bastante extraño, dado que ser húngara era parte mi intidad. Voté a Fisz cuando era más joven. Sí, no veía quién son”.</p><p class="">Europa Occintal, s embargo, no se zafa l lastre la homofobia. Italia, según ILGA-Europe, sigue siendo el quto país la UE más atrasado en los rechos y libertas l lectivo LGTBIQ+. <a href=" target="_blank">La Iglia Católi ha ado por primera vez la vía diplomáti para tervenir en un proyecto ley ntra la homofobia y la transfobia</a> que tá examando el Senado. Pero también Bélgi, que en las últimas dédas ha mardo el mo al rto Europa, ve cómo dirigent l partido ultrarechista Vlaams Belang —al que las encutas súan clo o primer partido l país— han rpaldado la nueva ley Orbán.</p><p class="">Los rechos l lectivo forman parte una agenda iliberal mucho más amplia, n migrant y mujer, rume Rémy Bonny. Las ONG miran hacia Bselas y a los socs la UE, <a href=" target="_blank">en pecial a los 17 firmant la rta</a>. L pin más ntunncia. Más prión. El pola Staszewski rotundo. “No pomos nfiar en nutro gobierno. Pero no nos basta n claracn. La UE tiene que ar todas las herramientas a su alnce para fenr s valor”, reclama. Todos hablan una suación líme, asfixiante. El hostigamiento, s embargo, también ha vertebrado y fortalecido al movimiento LGTBI+. Navielska remacha: “La trategia l miedo, la timidación y las mentiras nstant no han funcnado tan bien o pensaban. La solidaridad que se ha creado no nos los podrán robar”.</p><div class="a_r _cf" id="ctn_premium_article"><h3 class="a_r_e">Regístrate gratis para seguir leyendo</h3><div class="a_r_ts">Si tien cuenta en EL PAÍS, pues utilizarla para intifirte</div><div class="a_r_b"><a class="btn btn-7" href=" data-lk-am=" data-lk-mx=" data-lk-=" data-lk-ar=" data-lk-cl=">INICIA SESIÓN</a><a class="btn btn-6" href=" data-lk-am=" data-lk-mx=" data-lk-=" data-lk-ar=" data-lk-cl=">REGÍSTRATE</a></div><div class="a_r_ti _df _jc-c"><p id="btn_close_regis"><a class="button | flex" href=" data-lk-am=" data-lk-mx=" data-lk-=" data-lk-ar=" data-lk-cl=" data-ctn-subscriptn="">O scríbete para leer s lím</a></p></div></div></div><sectn class="w w-sea"><h3 class="w_t">Sobre la firma</h3><div class="w_b"><div class="_g _g-xs"><figure class="w-sea_f a_m-h c_m--nf"><span class="a_m_w _db"><img alt="Lluís Pellicer" dg="to" class="_re lazyload a_m-h" height="100" width="100" loadg="lazy" src="></span></figure><div class="w-sea_txt"><div class="_df"><div class="w-sea_txt_na"><a href=" rel="tor_bottom">Lluís Pellicer</a></div><div class="w_rs_i"><a class="_btn " href=" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><svg class="in_social_twter | w-sea_txt_i" viewBox="0 0 26 26"><tle>Lluís Pellicer - twter
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